Los zapatos de piel son una apuesta segura para cualquier momento del año. En los meses de invierno protegen del frío y en los meses más cálidos permiten que el pie transpire. Es un material flexible, lo que hace que se adapte a todo tipo de pies, y realmente duradero, sobre todo si se le da el cuidado necesario. Por ello, es importante saber como limpiar los zapatos de piel correctamente.
Aunque no se trata de un procedimiento muy complicado, se debe realizar de una forma adecuada después de cada uso. Solamente hay que seguir unos sencillos pasos para que este tipo de calzado quede perfecto para la próxima ocasión.
Cómo limpiar zapatos de piel paso a paso
1. Quitar los cordones o cualquier adorno que pudieran tener.
El retirar los cordones y resto de adornos permite que se pueda limpiar cualquier rincón de la superficie del zapato, sin dejar espacios olvidados durante el proceso.
2. Retirar la suciedad superficial.
En la mayoría de ocasiones, los zapatos solamente están cubiertos de polvo o de manchas de poca importancia. En estos casos, la limpieza es mucho más sencilla, pues basta con pasar un cepillo de cerdas suaves o un paño ligeramente humedecido por el exterior del zapato. Debe hacerse con cuidado para no dañar la piel, prestando especial atención a las costuras, pues es donde se suele acumular mayor suciedad. Para finalizar, se debe pasar un paño de algodón para poder abrillantar la superficie y obtener un resultado óptimo. El zapato tendrá un brillo perfecto, listo para ser usado nuevamente.
3. Eliminar la suciedad más difícil.
Si después de haber completado el paso anterior aún hay manchas persistentes, lo mejor es optar por una mezcla de agua con jabón neutro. Se moja un paño en dicha mezcla, escurriéndolo hasta eliminar todo el exceso de agua, y se pasa con delicadeza sobre la piel del zapato. Hay que ir aclarando el paño, con el objetivo de retirar la suciedad acumulada. Se pasará el paño tantas veces como sea necesario para poder quitar todas las manchas que el zapato presenta.
4. Secar la superficie e hidratarla.
Cuando se han conseguido eliminar las manchas más difíciles gracias a la mezcla jabonosa, es hora de secar la piel con un paño suave que proteja al zapato de posibles rayaduras. Una vez finalizado dicho proceso, hay que aplicar una crema hidratante o aceite especialmente indicado para zapatos de piel. Esto hará que el calzado luzca más bonito, recuperando el brillo natural del material para que resplandezca como el primer día.
5. Dejar tiempo para un secado completo.
Para finalizar todo el procedimiento, hay que dejar que el zapato se seque correctamente. Para ello, se debe colocar en un lugar fresco, lejos de la incidencia directa de toda fuente de calor, ya sea artificial o los propios rayos del sol. Además, se recomienda esperar 24 horas antes de usar el zapato, con el fin de que se hidrate correctamente.
Consejos para limpiarlos por dentro
El interior es tan importante como el exterior. En esta ocasión, se aplica bicarbonato con el objetivo de eliminar todos los gérmenes, y se retira al día siguiente. Con sólo una noche será suficiente para lograr la limpieza deseada.
Saber cómo limpiar los zapatos de piel es clave a la hora de garantizar el perfecto estado de los mismos por mucho más tiempo. Se trata de un material natural que debe ser tratado con cuidado para poder resistir el paso de los años y disfrutar de todas las ventajas que ofrece con respecto a las alternativas de piel artificial. El esfuerzo para una limpieza adecuada merece la pena por el gran resultado que aporta.